La crema reparadora que necesitas tras una sesión de rayos UVA

 en la categoria Cuidados tras tratamientos estéticos

Mantener el bronceado del verano durante todo el año puede ser una tarea difícil pero no imposible. Las cabinas de rayos UVA son una realidad y una solución para aquellos que quieren seguir morenos sin necesidad de tumbarse bajo el sol durante horas. Además, las lámparas de luz ultravioleta son de gran ayuda para tratar diferentes enfermedades cutáneas como la psoriasis o el vitíligo.

¿En qué consiste una sesión de rayos UVA?

Los cabinas de rayos UVA, el solárium o máquinas bronceadoras tienen unos filtros que eliminan las radiaciones indeseadas (radiaciones UVB) y solamente dejan pasar las tipo A, responsables del bronceado.

Antes de realizar una primera sesión de rayos UVA, se recomienda visitar al dermatólogo para que haga una revisión de la piel y valore contraindicaciones. A grandes rasgos, según la normativa de la Unión Europea, no se recomienda utilizar las cabinas de rayos UVA si se tiene un fototipo de piel claro, se es menor de 18 años, se tienen muchos lunares o manchas, se ha padecido un cáncer de piel, toma fármacos que producen fotosensibilidad o hay posibilidad de embarazo.

Una vez valoradas todas las contraindicaciones y riesgos, ¿qué encontraremos?

Una pregunta frecuente que suele realizarse la gente que tiene interés en darse una sesión de rayos UVA es qué tipo de protección ha de tomar. No se debe aplicar crema con protector solar antes de la sesión salvo en las zonas donde se tengan tatuajes para que no pierdan el color. También es necesario eliminar cualquier rastro de maquillaje y utilizar gafas de protección homologadas para evitar que la radiación incida en los ojos.

El especialista se encargará de organizar un planning de sesiones que se amolden a tu piel y los objetivos que busques. Cada sesión suele durar unos 10 minutos pero como comentábamos, depende de cada clínica y características del usuario.

Efectos de los rayos UVA sobre la piel

Los rayos UVA son una fracción de los rayos ultravioleta, que se dividen principalmente en UVA, UVB, UVC. Tanto los rayos UVA como los UVB se relacionan con el daño de la piel y el cáncer de piel, siendo los UVB los más peligrosos.

Los rayos UVA dañan el ADN de las células provocando mutaciones genéticas que causan cáncer de piel (tanto de tipo melanocítico como no melanocítico). El daño en las células es acumulativo aunque no sea causa de carcinoma; provoca un aceleramiento del envejecimiento natural porque aumenta la atrofia cutánea, favorece la aparición de lesiones como manchas o pecas e incrementa las arrugas.

Si es tan perjudicial la radiación UV ¿por qué dicen que es saludable tomar el sol? Resulta que la piel necesita de la radiación UV para metabolizar la vitamina D que consumimos en la dieta y transformarla en la forma activa que se encarga de la absorción intestinal de calcio, un elemento indispensable para nuestro organismo. Ahora bien, solo lo realiza la UVB, no la UVA. La radiación UVA provoca una estimulación en los melanocitos, las células encargadas de la fabricación de melanina. Al aumentar la producción de melanina la piel adquirirá el bronceado que buscamos.

Blastoactiva, crema para después de una sesión de rayos UVA

Tras una sesión de rayos UVA nuestra piel puede mostrarse dolorosa, enrojecida e inflamada. Es importante un buen cuidado de la piel agredida con una hidratación adecuada. Entre las cremas que podemos utilizar para cuidarla, encontramos Blastoactiva de Almirall.

Blastoactiva es un reparador dermocelular que contiene Asiaticósido y Ácido Asiático, ingredientes que favorecen la migración de fibroblastos y la regeneración de la epidermis. Estos compuestos provienen de la Centella Asiática, una planta medicinal utilizada desde hace siglos para combatir la lepra o la disenteria. Al tener efecto reepitelizante favorece la reparación natural y de esta manera, ayudamos a nuestra piel y evitamos que los daños se agraven. Su aroma neutro a nenúfar nos proporciona un efecto refrescante sobre nuestra piel agredida, que puede mostrarse tirante y caliente.

En conclusión, las sesiones de rayos UVA nos permiten lucir una piel bonita y bronceada, pero también la agreden, por lo que es importante llevar a cabo unos buenos cuidados de ésta para reparar nuestras células y evitar lesiones indeseadas. Además, al acelerar este proceso con la ayuda de cremas específicas como Blastoactiva tras la exposición, los síntomas se reducirán con mayor rapidez y nuestra piel lucirá de forma natural y sana.

JOSÉ PASCUAL ALBERT

Farmacéutico – N.º COLEGIADO 9818

 

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