Cómo proteger la piel del frío
Con la llegada del invierno seguro que notaremos la piel más apagada y seca. El frío y el viento van a ser dos de los principales enemigos de nuestro cutis, por lo que deberemos seguir una serie [...]
La epidermis, por ser la capa más superficial de la piel, está continuamente expuesta a agentes externos de todo tipo y, por tanto, es más susceptible de ser agredida y a sufrir accidentes como pequeños cortes, laceraciones y contusiones. Algunas de estas agresiones pueden llegar a causar una pérdida de la epidermis y por norma general conllevan dolor, hiperemia e inflamación.
Tras una primera fase de limpieza y desinfección, tan importante es saber qué tratamiento aplicar a la herida como controlar su evolución para garantizar su correcta cicatrización y que la zona afectada no sufra efectos negativos como la contaminación o la hiperpigmentación, que puede llegar a ser permanente. Una buena cicatrización también es clave para evitar efectos estéticos y marcas indeseadas en la piel, especialmente en las zonas más visibles como cara y manos.
En la cicatrización de las agresiones superficiales de la piel entran en juego diversos actores. Uno de ellos son los fibroblastos, un tipo de células clave en los procesos de regeneración de en las pieles dañadas. Utilizar cremas dermoreparadoras como Blastoactiva de Almirall puede ayudarnos en este proceso ya que estimulan la creación de estas células, favorecen la síntesis de colágeno y acortan el proceso de recuperación dermotisular.
La crema regeneradora Blastoactiva está elaborada a base de asiaticósido (80%) y ácido asiático (20%). Ambos principios activos provienen de la Centella Asiática, uno de los componentes más utilizados en dermatología para estimular la cicatrización.
Blastoactiva alivia las irritaciones y activa la renovación de la piel, por lo que es una buena opción como tratamiento para agresiones cutáneas superficiales. Además, puesto que se trata de un reparador dermocelular sin antibióticos, la crema Blastoactiva está especialmente indicada para recuperar la epidermis y su apariencia natural gracias a su galénica hidratante, menos grasa, menos untuosa y más suave que otras cremas reparadoras.
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La Centella Asiática es una planta con una demostrada acción cicatrizante, regeneradora y reparadora tanto de pieles como de mucosas. Su eficacia también está demostrada a nivel antiinflamatorio, antiirritante y antimicrobiano, por lo que se convierte en una buena opción como tratamiento en agresiones cutáneas que mejora la cicatrización, favorece la regeneración y aumenta la hidratación en zonas de la piel dañadas.
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