¿Cómo afecta una limpieza facial a tu piel?

Hay cientos de rutinas y tips que afirman ser la solución para conseguir una piel perfecta, y todas ellas suelen coincidir en una cosa: la importancia de una limpieza facial adecuada; dicha limpieza es el paso primordial para conseguir una piel bonita y de aspecto saludable, por lo que es importante realizarla diariamente con los productos adecuados y, al mismo tiempo, saber detectar aquellos errores que pueden provocarnos problemas en nuestra piel, como son las rojeces, el acné o la sequedad excesiva de la misma.

Errores comunes en la limpieza facial: ¿cómo afectan a tu piel?

Toallitas desmaquillantes

Suelen ser la solución rápida y cómoda para llevar a cabo esta limpieza, pero no deberían convertirse en la norma porque no limpian en profundidad y, además, necesitas frotar con intensidad para retirar todo el residuo de maquillaje y suciedad.

Las toallitas desmaquillantes contienen muchos perfumes y alcoholes que pueden irritarte la piel, sobre todo si padeces de dermatitis atópica o de cualquier otro problema dermatológico serio e importante.

Por este motivo, para retirar bien el maquillaje de tu cara, te aconsejamos el uso de un aceite limpiador o agua micelar, que se caracterizan porque ayudan a disolver el maquillaje sin necesidad de frotar ni utilizar otra serie de productos que puedan desencadenar reacciones indeseadas.

Exceso de lavado

Cuando se tiene la piel grasa se tiende a hacer muchos lavados, ya sea sólo con agua o bien, con agua y jabón, porque pensamos que de esta manera retiraremos el exceso de sebo, pero debemos saber que realmente no es así, y que estamos provocando en nuestra piel el efecto contrario; al limpiarnos la piel alteramos el pH natural de ésta, que es ácido, por lo que la piel necesita un par de horas para reestablecerse; por lo tanto, si nos lavamos asiduamente, sobre todo con productos que no respeten nuestra piel (como jabones alcalinos), probablemente acabemos alterando la barrera, facilitando la pérdida transepidérmica de agua y la piel se muestre enrojecida, apagada y tirante.

No realizar limpieza de día y de noche

Después de todo el día en la calle es necesario realizar una buena limpieza para retirar todos los restos de maquillaje, cremas o residuos de la polución del ambiente; si no nos limpiamos la cara por la noche podemos obstruir los poros provocando comedones abiertos (puntos negros) y cerrados (puntos blancos o espinillas).

Por el contrario, la limpieza facial de mañana tiene otro objetivo, que es eliminar el exceso de grasa producido mientras se duerme, al igual que los restos de suciedad acumulada en la funda de la almohada; esta limpieza de día puede ser más suave si tu piel es más seca y sensible.

Agua a mala temperatura

El agua fría provoca vasoconstricción, por lo que notaremos que la piel está más tirante y los poros se muestran más cerrados, motivo por el que se ve reducida la capacidad de retirar los productos de la piel y, por lo tanto, puede ser poco eficiente en la limpieza.
Por el contrario, el agua muy caliente puede congestionar e irritar la piel, además de aumentar la producción de sebo, por lo que podemos llegar a la conclusión de que el agua templada, es decir, con una temperatura intermedia, es la perfecta para realizar nuestra limpieza facial diaria.

Limpiezas faciales profundas

La limpieza facial mas profunda puede ayudarnos a tener la piel perfecta o casi perfecta, consiguiendo eliminar con eficacia la suciedad y las células muertas que con una limpieza rutinaria no conseguimos alcanzar.

Exfoliantes

Es importante exfoliar la cara con la frecuencia recomendada, aproximadamente dos veces por semana, pero sin llegar a pasar el límite; al utilizar exfoliantes mecánicos —suelen contener pequeñas partículas rasposas que desprenden las impurezas y las células muertas— tenemos más controlado el grado de exfoliación que queremos, y por tanto, podemos comprobar rápidamente si nos hemos pasado con la intensidad de la misma, porque enseguida notaremos tirantez, grietas o escozor; sin embargo, con los exfoliantes químicos o enzimáticos podemos dañar nuestra piel si los utilizamos sin los conocimientos adecuados, ya que podemos acabar mezclando productos o usándolos en concentraciones no recomendadas.

Peelings en centros estéticos

Los peelings pueden llegar a ser extremadamente irritantes, sobre todo aquellos que se emplean con el objetivo de acabar con las manchas de la edad, las cicatrices o el llamado lentigo solar, que podría definirse como una mancha en la piel asociada al envejecimiento y la exposición a la radiación ultravioleta del sol.

Los peelings profundos producen gran descamación y enrojecimiento durante varios días, por lo que se recomienda que nos protejamos la piel tras una sesión de limpieza profunda, aplicando crema solar y cremas dermorreparadoras.

Mascarillas

Desde hace ya unos meses, se han puesto de moda algunas mascarillas efecto “peel off” que prometen hacer desaparecer los puntos negros al despegarlas, tras estar adheridas con mucha fuerza sobre nuestra piel. Estas mascarillas provocan dolor en el proceso, enrojecimiento e incluso descamación de la piel; funcionan realmente como exfoliantes, arrancando la capa más superficial de nuestra epidermis.

Pero cabe destacar en este punto que las mascarillas no deben doler ni escocer para ser efectivas, por lo que recomendamos utilizar otro tipo de limpieza a estas mascarillas.

¿Qué hacer si tenemos la piel irritada tras una limpieza facial?

Si estamos sufriendo las consecuencias de alguno de los errores típicos de la limpieza facial nunca es demasiado tarde para ponerles solución.

El primer paso y el principal es reestablecer la barrera cutánea que impide la pérdida de agua, que es lo que provoca ese aspecto seco, gris y agrietado. Blastoactiva® es una crema reparadora específicamente desarrollada para atenuar los síntomas de agresiones cutáneas superficiales, como las producidas tras una sesión de limpieza profunda. Blastoactiva® permite acelerar la reparación dérmica, así como minimizar el tiempo de recuperación, consiguiendo de esta forma, poder aliviar la zona afectada de la manera más adecuada; además es una crema hipoalergénica, es una opción ideal si tienes la piel sensible.